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Nuevo video. Juan Pablo Fusi, Jaime Mayor Oreja y Fernando Eguidazu en la presentación del libro Un veraneo de muerte. San Sebastián 1936 en el Real Casino de Madrid. 17 de octubre de 2024. Para verlo pincha este enlace.

Ya a la venta la cuarta edición, corregida y ampliada, de Un veraneo de muerte. En cinco meses cuatro ediciones. Nueva contraportada:


ABC, 8 de septiembre 2024



LA TERCERA

La monarquía 'presidencial'


"El presidente emerge por encima de todas las instituciones (casi como si fuera un miembro de la realeza). La pretendida imagen de diarquía complace en grado sumo al presidente y refleja, simboliza, una realidad de poder"


España es formalmente una monarquía parlamentaria, pero en la práctica es una monarquía 'presidencial'. Todos los presidentes de Gobierno, desde Adolfo Suárez, han querido reproducir el concepto de concentración del poder de Primo de Rivera y de Franco y han desarrollado todo un conjunto de leyes orgánicas para poder convertirse en caudillos indiscutibles.


El espectáculo, entre grotesco y descarado, de dominio de los tres poderes del Estado y del resto de las instituciones, es el resultado de un proceso del que son responsables todos los presidentes de Gobierno. Unos, por acción; otros, por omisión. Lo que está ocurriendo desde hace siete años es que el drama y evidencia del desprestigio político institucional ha llegado al máximo por la acción audaz y sin disimulo del presidente Sánchez.


La preponderancia extrema del poder ejecutivo (ya denunciada desde los años ochenta del pasado siglo por el presidente del Tribunal Constitucional Manuel García Pelayo) ejercida por Pedro Sánchez ha colmado el vaso y ha pasado de ser un tema de debate restringido entre polítólogos e historiadores al conocimiento público. Por si fuera poco, la financiación privilegiada de Cataluña amenaza con una ruptura interna en el PSOE y evidencia un desprecio absoluto de Sánchez por la letra y el espíritu constitucional.


El primer paso hacia el presidencialismo (que constituye de facto una diarquía en España) fue el traslado injustificado de la sede de la Presidencia del Gobierno desde el paseo de la Castellana 3 al palacio de La Moncloa. En ninguna monarquía parlamentaria europea hay un primer ministro con el despliegue efectivo y simbólico de algo parecido a ese 'complejo de La Moncloa' con miles de funcionarios y asesores. Todos ellos constituyen una administración paralela y controladora de los ministerios, instituciones, medios de comunicación y empresas. El número 10 de Downing St. es lo opuesto a ese despliegue faraónico de La Moncloa.


En una monarquía parlamentaria la centralidad política está en el parlamento. En nuestra monarquía 'presidencial', la centralidad política está en la sede del ejecutivo, en La Moncloa.


En el debate constitucional Manuel Fraga y Gabriel Cisneros abogaron por la denominación de primer ministro en la Constitución en lugar de presidente de Gobierno. La tradición del siglo XIX e inicio del siglo XX de los presidentes constitucionales fue el argumento para decidir la denominación de presidentes del Gobierno. Ni Fraga ni Cisneros apelaron a que los presidentes constitucionales de las pasadas monarquías parlamentarias lo eran del Consejo de Ministros de Su Majestad. Su poder estaba limitado por la confianza del Congreso y la del Rey. Bastaba una mínima sugerencia de falta de confianza de Su Majestad para que, inmediatamente, cesara o dimitiera el presidente de turno.


Lógicamente, en la nueva Constitución de 1978 la necesaria confianza regia (propia del siglo XIX) no era admisible ni deseada por todos los actores políticos, incluido Don Juan Carlos. Apelando equivocadamente que era una tradición española el nombre de presidente de Gobierno, decayó el título más adecuado de primer ministro. Fue un error. La denominación de primer ministro habría facilitado hacer saber los límites del Ejecutivo: el Gobierno es sólo uno de los tres poderes del Estado.


Casi resulta cómico ver al presidente de Gobierno saludar al resto de las instituciones y a su propio Gobierno, detrás de la Familia Real, con ocasión del desfile de las Fuerzas Armadas o en otras celebraciones nacionales. El presidente emerge por encima de todas las instituciones (casi como si fuera un miembro de la realeza), cosa que es impensable en el resto de las monarquías europeas. La pretendida imagen de diarquía complace en grado sumo al presidente y refleja, simboliza, una realidad de poder.

La lista de leyes orgánicas y ordinarias que han determinado la preponderancia del Ejecutivo en el Reino de España es interminable: la ley electoral, el reglamento del Congreso y del Senado, la ley orgánica del Tribunal Constitucional, la ley de partidos políticos, la ley de financiación de partidos políticos, la ley del Consejo del Poder Judicial, etcétera. Si a ello unimos la capacidad de influencia del Gobierno en los medios de comunicación, e incluso en las empresas, se entiende mejor un dominio asfixiante del poder ejecutivo que padecemos el conjunto de los españoles con la salvedad de los beneficiados del presidencialismo.


Si tuviera que destacar el elemento más influyente de esta evolución partitocrática y presidencialista sugiero que, en gran medida, es debido a la muy deficiente democracia interna de los partidos políticos. El líder se convierte en indiscutible, reforzado por su poder sobre los grupos parlamentarios de su partido, que ha elegido y diseñado a su medida.



Veamos algunos ejemplos. Alianza Popular, influida por la experiencia londinense de Manuel Fraga, estableció congresos anuales del partido. Ahora el PP establece en cuatro años los periodos congresuales y lleva siete años sin convocar un congreso en el que se debatan estrategias o balances de resultados; el PSOE y Convergencia y Unión establecieron, en 1978, dos años de intervalo, ahora son cuatro. Sánchez pretende (y conseguirá) adelantar la celebración del congreso del PSOE un año con el objetivo de laminar los presidentes regionales disconformes.


Cada vez más los partidos políticos españoles padecen un desprestigio ganado a pulso según los sondeos de opinión. Ya en 1994 el editor y periodista Javier Pradera señalaba en su libro 'La corrupción política' que «los partidos ya no son representantes de la sociedad dedicados a defender los intereses de sus electores, sino instituciones autónomas que protegen, ante todo, sus propios intereses». En efecto: desde entonces, hasta ahora, hemos ido a peor.


Con este panorama, ¿qué se puede hacer? Lo primero es reconocer, pese a todo, un balance positivo de los últimos cincuenta años de libertad e indudable prosperidad. Después, abandonar la ansiedad a la que Sánchez arrastra a la opinión pública. Las alternativas rupturistas de la extrema izquierda son un remedio peor que la enfermedad. Hay que confiar en la emersión de propuestas reformistas que reviertan el presidencialismo y la partitocracia hacia el sentido de la monarquía parlamentaria que los constituyentes pretendieron en 1978. Parece una misión imposible, pero el hecho de que se hayan desvelado ante la opinión los excesos del presidencialismo es el primer paso para que surjan políticos y propuestas reformistas que recuperen la monarquía parlamentaria.


Se trata de mantener y ampliar la concordia que votamos en 1978 hasta que irrumpió la revanchista memoria histórica cuyo objetivo fundamental es iniciar la discordia entre los españoles, obtener rédito electoral y cuestionar el reencuentro reformista de la Transición. Winston Churchill lo expresó muy claramente en su célebre discurso de 1940:

 «Si iniciamos una pelea entre el pasado y el presente, descubriremos que hemos perdido el futuro».


El pasado 24 de julio, Alfonso Ussía arremete en El Debate contra el alcalde de San Sebastián por el ilegal monumento sectáreo de víctimas (solo de un lado), al hilo del libro Un veraneo de muerte.

Para leerlo pincha este enlace.



Sn Sn, 11 de Julio de 2024.

Reencuentro de compañeros del Congreso de los Diputados: Xavier Albistur, Guillermo Gortázar (con el libro: Un veraneo de muerte, motivo del la comida en el Club Cantábrico de Sn Sn), Iñaki Anasagasti y el Notario Martín Gabarain. Sentado José Juan González Txabarri.

Otra época de cortesía parlamentaria y respeto.


Nieves Herrero me entrevista en Onda Madrid el 11 de Julio de 2024, a las 18 h, sobre el libro Un veraneo de muerte. Para oirlo pincha este enlace



Nuevo video presentación del libro Un veraneo de muerte. Intervienen el periodista Miguel Ángel Idígoras y el historiador Pedro Barruso. San Sebastián, Convento de Santa Teresa. Cortesía del centro cultural Koldo Mitxelena. Para verlo pincha este enlace


Entrevista en El Diario Vasco, 25 de mayo 2024:



Comentario del historiador Stanley Payne sobre Un veraneo de muerte. San Sebastián 1936:


"Este fin de semana he tenido tiempo de llevar a cabo la lectura de tu libro de historia “Un veraneo de muerte. San Sebastián 1936”, que me ha gustado mucho. 

Por primera vez entiendo más completamente el comienzo de la guerra en Guipúzcoa. El modus operandi del relato es ciertamente original: dejar que los actores cuenten los acontecimientos desde su perspectiva personal, lo cual logra un retrato más redondeado y objetivo. 

La viñeta o hazaña que más me impresionó fue la del teniente coronel Vallespín cuando todos rechazaron su consejo; salió solo y se salvó. Fue el único superviviente.

Sorprendentemente interesante es la sección de Dramatis personae, con retratos individuales a veces muy interesantes y cartas personales elocuentes. Es realmente un libro único en la literatura reciente sobre el comienzo de la Guerra Civil. 
También presenta un capítulo importante y poco conocido de la historia del nacionalismo vasco."
 

 

David Barreira en El Español.com hace una amplia reseña del libro.

Para leerlo, pincha este enlace


Nueva Tribuna en El Español del 5 de abril de 2024. La contrapolítica de algunos filósofos e intelectuales beneficia el peor camino: el de la ruptura. Para leer la Tribuna pincha este enlace

En librerías desde el 8 de abril de2024. Para adquirirlo en la editorial: www.editorialrenacimiento.com

Tiene el 5% de descuento y lo envían en un día. Preventa en las demás plataformas, Amazon libros, Corte Inglés, etc.


Para leer la introducción del libro pincha este enlace

Una forma distinta de narrar una historia:


Un mismo lugar: San Sebastián

Un periodo breve de tiempo: 57 días del verano de 1936

Unos mismos hechos

Hechos vividos y relatados por protagonistas de todas las ideologías


Página web personal.


Claves para un relato liberal de la Historia. Lo contrario de la "memoria" histórica.


Claves para una interpretación de la situación política española.


PRESENTACIÓN


Nací en Vitoria en 1951 y en 1953 mi familia se trasladó a San Sebastián donde realicé mis estudios. En 1970 aterricé en la Universidad Complutense de Madrid.


Me interesa la historia y la política. Creo que la Política es la dedicación (temporal) más importante para una sociedad, siempre que se haga con altura de miras y con el objetivo de  un proyecto de libertad sometido a la ley, a la representación y al control de los electores.


He sido "político" cinco años contra el franquismo por las libertades, entre 1970 y 1975.


Licenciado en derecho y en historia, después de trabajar tres años en el Banco de Vizcaya, en 1978, gané por oposición una cátedra de Instituto de Geografía e Historia. Disfruté muchísimo dando clases en Las Palmas, Vélez Málaga y en Madrid.


Poco después obtuve una beca Fulbright, con la que amplié estudios sobre Historia de Europa en el final del siglo XIX y principio del siglo XX. De Madrid llevaba conocimientos; en la Universidad de California, La Jolla, comprendí el secreto de la excelencia universitaria americana y allí me hice historiador profesional.


Pasado un periodo de quince años en los que trabajé en banca, enseñanza media y universidad, retorné a la actividad política en 1990 y fui diputado en tres legislaturas, hasta mi dimisión en 2001; inmediatamente después, volví a mi plaza de profesor de historia en la Universidad. El cesarismo y la manía de nombrar los expresidentes del PP a los nuevos presidentes terminaron por convencerme de que aquello (esto) no terminaría bien.


La cesión, gratis total, de la Moncloa de Rajoy a Pedro Sánchez y una Moción de Censura atendida en el escaño por el bolso de la Vicepresidenta, superaron mis peores previsiones de "tormenta perfecta" de Junio de 2015.


He dedicado buena parte de mi obra reciente a estudiar los excesos del presidencialismo desde 1977 y la deriva partitocrática que, a mi juicio, son la base de la crisis política española. Para ampliar y compartir estos puntos de vista estoy desarrollando esta página web personal.

No os canso más con esta introducción que incluyo para quienes no me conocéis y habéis tenido la amabilidad de entrar en mi página web. Espero que estas líneas y, sobre todo, mis publicaciones contribuyan a la información y al debate sereno, convirtiendo esta página web en un acogedor y cortés salón de encuentros.

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